Noticias y entretenimiento, el todo gratis y las redes sociales son lo más deseado en internet. Los datos europeos de competitividad digital recién publicados recuerdan lo lejos que estamos de una economía sostenible y de la sociedad de la información. Somos, sobre todo, consumidores de contenidos gratuitos.
Falta innovación, mejor educación, un mercado competitivo, contenidos e interactividad. Una receta tan repetida como olvidada. El Plan Avanza es el motor de la sociedad de la información con más de doce mil millones de euros invertidos entre sector público y privado, pero menos de cuatro de cada diez ciudadanos son usuarios intensivos de internet.
Disponemos de herramientas de administración electrónica, pero se usan poco y la ley de acceso a la información está arrumbada en un cajón ministerial; los colegios tienen conexión, pero falta formación para los profesores y contenidos para una educación 2.0; las tecnologías no se usan de la forma más eficiente y el internauta es poco productivo. Nos gusta comentar y chatear más que crear.
No todo es cuestión de dinero. Faltan derechos y estándares para una red sin barreras.
Europa defiende una Agenda Digital con un mercado único de contenidos, interoperabilidad para usar servicios y equipos sin restricciones, reforzar la confianza en internet, aumentar el acceso de banda ancha y más innovación.
Mientras el Plan Avanza sigue encarrilando millones de euros el Ministerio de Industria reduce su apuesta por la sociedad de la información, apoya a las telecos contra la neutralidad de la red para limitar el acceso a determinados servicios; la TDT se ha desplegado sin descodificadores interactivos y sin avanzar en televisión híbrida con internet, motor para la banda ancha. Las descargas son la alternativa informal a una escasa y poco competitiva oferta: de música a ebooks o cine. Y el acceso a la cultura y la ciencia subvencionada con dinero público es insuficiente.
Un círculo vicioso donde la falta de conocimiento y derechos son tan escasos como una oferta de calidad para mejores ciberciudadanos.
Columna en los medios de Vocento