Un fantasma recorre internet: el fin de una red abierta, de acceso universal, donde todo se puede encontrar sin importar el aparato, buscador o herramienta. Los internautas topan con amenazas de nuevas barreras para llegar a lo que desean, unas veces de pago y otras por el lugar o dispositivo de acceso. Internet parcelada en espacios particulares, con vallas y control de acceso.
Una involución para los ciberusuarios acostumbrados a la abundancia y una promesa de negocio para otros.
Rupert Murdoch, el magnate dueño de The Wall Street Journal , The Times, MySpace o las televisiones Fox y Sky, ha hecho sonar las alarmas con sus tratos para dejar Google por Bing, el buscador de Microsoft. Sería la primera vez que una gran empresa de medios retira sus contenidos del buscador líder para entregarlos a la competencia a cambio de dinero y publicidad.
Murdoch asusta. Reinventó la prensa británica en los años 80 tras una feroz lucha con los sindicatos, pero también con una demoledora guerra de precios. En la era de la escasez arrebató lectores a la competencia abaratando sus diarios. En la era de la abundancia quiere más dinero de los usuarios, aunque renuncie a unos cuantos. Acabar con el gratis total, una idea que persiguen muchos editores y responsables de medios.
Cobrar no es fácil. Son pocos los medios digitales de pago exitosos y las encuestas alertan de que la gente está más dispuesta a pagar por series, películas o aplicaciones para los móviles que por información. Pero el negocio flaquea y arrecia el debate para cambiar la economía de internet.
Resultado: fin de la era del acceso ilimitado y el gratis total. Acabaría la exuberancia irracional de los millones de usuarios que tan pocos céntimos dejan en las arcas de los medios, pero también un nuevo espacio abierto y libre donde el acceso universal a la información y los contenidos enriquece a todos. No todo es negocio. Pero los contenidos gratuitos sobrevivirán, los usuarios, los medios públicos y quienes aprovechen el nuevo negocio digital los mantendrán fuera de las vallas.
Columna en los medios de Vocento