Vivimos repletos de contenidos y servicios en internet: la nube o cloud computing. Los más populares son gratuitos como los álbumes de fotos, vídeo, o los editores de documentos y blogs. Otros son de pago, como la mayoría del software como servicio. El streaming desplaza a las descargas para consumir música o televisión (Spotify, Hulu, webs de las televisiones, etc.). El flujo social y la plataforma de acceso definen qué contenidos y cómo son consumidos por los usuarios digitales.
El problema ya no es llegar a los contenidos y disponer de software, sino encontrar lo más valioso y útil. La abundancia sustituye a la escasez como ley del mercado digital y gestionar los contenidos requiere una economía de la afectividad donde los usuarios valoran lo que reciben y están dispuestos a compartir.
Level 26 es una serie de libros sobre la caza de un asesino en serie por un agente del FBI. La obra de Anthony E. Zuiker, creador de CSI, es también una película y una web donde los usuarios forman una red social a través de códigos para encontrar datos sobre la trama, leer blogs sobre casos reales, etc. Su autor lo llama una diginovela, pero está convencido de que si las series de televisión no hacen algo parecido en los próximos años fracasarán.
La afectividad requiere usuarios activos y comprometidos con causas que puedan compartir. Es la forma de evitar la llamada tragedia de los comunes, los recursos malgastados cuando son de todos. Para evitar su colapso conviene oír consejos como los de Jared Diamond: crear grupos cuyos miembros se comunican en busca de intereses comunes y son capaces de producir recursos y gestionarlos de común acuerdo. Podría ser una definición de los bienes procomunes en la era de las redes sociales.
El método sirve para divertirse, pero también hacer más eficientes los recursos e intercambiar ideas, contenidos o criterios. Con ese principio funcionan proyectos como Spotify al proveer de música lo más barata posible (derechos de streaming) a los usuarios utilizando recursos de sus propios ordenadores (lecciones del P2P) con un modelo de negocio freemium (en parte gratis) para que los consumidores intensivos paguen. O Apps.gov, una iniciativa de la Casa Blanca para aumentar la productividad, colaboración y eficiencia de los recursos, las administraciones y los contenidos públicos con el empleo del cloud computing.
En la era del acceso los ciudadanos necesitan bienes comunes (procomunes) con los que no depender sólo de empresas. Es hora de aumentar el servicio público para crear un nuevo estado de bienestar digital no limitado por la radiotelevisión.
Columna en Público