Wimbledon. Los espectadores apuntan con sus teléfonos móviles. En sus pantallas ven los últimos resultados de los partidos, si lloverá, dónde comprar recuerdos o cómo llegar a los baños. Pero también qué opinan otros espectadores del torneo de tenis en Twitter y hasta las impresiones de los tenistas publicadas en sus redes sociales. Realidad aumentada y flujo social unidos en una de las nuevas aplicaciones que pone al alcance de los usuarios de móviles lo que ocurre alrededor. Un mundo estructurado en capas: la información digital sobre lo real comienza a ser más que ciencia ficción.
"Etiqueta el mundo" es el lema de Wikitude, un navegador para móviles donde obtener información del lugar donde esté su usuario gracias a datos almacenados en internet y a los aportados en sitios y redes sociales. Layar ya funciona en Holanda: "navega el mundo", prometen. Basta con apuntar el móvil para conseguir información comercial de tu alrededor: viviendas para vender o alquilar, bares y restaurantes, dónde están los cajeros automáticos y otras informaciones y datos útiles.
Son algunos ejemplos de tantos que llegarán. Los contenidos digitales convergen con la realidad y salen de la virtualidad de la web para enriquecer la vida material. Una realidad aumentada mejor que la propia realidad, afirman sus promotores. Por primera vez se hace real el deseo de acceder a toda la información disponible sobre las cosas y lugares al alcance de cualquiera de una forma práctica y sencilla. Y también sobre las personas cuando redes sociales como Ipoki, BuzzD o Google Latitude te informan de dónde están tus amigos.
En el desarrollo de la realidad aumentada son esenciales los mapas digitales, la geolocalización de datos y contenidos, y los sistemas de GPS. El futuro será de quienes sean capaces de integrar lo que ya se llama la consciencia ambiente, la capacidad de tener una visión social de la realidad a través de las redes y medios sociales. Así los usuarios pueden saber qué opinan otros de la película de un cine antes de entrar y comprar su entrada a través del móvil para evitar las colas, consultar las impresiones de quienes han visitado antes una vivienda de alquiler o simplemente unirse a la pasión despertada por una final de tenis o fútbol.
Un nuevo territorio donde la transparencia y la información son imprescindibles, donde el criterio social se aplica y puede ser consultado sobre cualquier cosa y donde las llamadas "ciudades de cristal" se abren a la vista de todos. Movilidad, hiperconectividad, flujo social (redes sociales en tiempo real), cloud computing (contenidos y aplicaciones en internet, aprovechadas por nuevos sistemas operativos ligeros como Google Chrome) y web semántica para sacar partido a los datos son algunas de las tendencias que marcarán su desarrollo.
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